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El primer pediatra de nuestros hijos somos los padres

Esta fue la frase que me dijo el otro día el pediatra de ranita cuando fui para que le mirara por el virus que ha llegado a casa estos días, que no es otro que el dichoso virus de la tripa. Y aunque él la asoció a la idea de que en 5 -10- 15 minutos que pasan los niños en el pediatra, y donde puede ser que las dolencias para que lo llevas hayan desaparecido o no sea como está en casa, se me quedó grabado y se puede interpretar en todo lo referente al cuidado de nuestros niños.

Porque nosotros somos los que estamos las 24 horas del día con ellos, conocemos sus ratos buenos y malos, lo que le gusta y lo que no, cuando llora porque tiene sueño, hambre o tiene algún dolor (en mi caso he de decir que ranita no llora casí nada, por lo que cuando lo hace es porque está realmente malita, o le duele algo), si gana peso o no, o si crece o no crece, la manera de andar o no andar, muchas de estas cosas vienen predeterminadas por como hemos sido los padres de niños y nuestra evolución y la de nuestros familiares cercano, en nuestro caso ranita todavía no tiene dientes a sus 11 meses y se que a esa edad una de mis hermanas tampoco tenía, por lo que yo se que no me puedo preocupar y el pediatra no se puede echar las manos a la cabeza por eso.

Y enlazando con esta frase, también podemos decir que a veces dan juicios de valor sin pensar en lo que a los padres les puede suponer ese razonamiento que hacen, un ejemplo es lo que le ha pasado a una compañera del grupo de facebook, ha llevado a su ranito a la revisión del año y la enfermera le ha dejado super preocupada porque no ha engordado nada desde la última revisión hace mes y medio, y se lo ha comentado como alarmándola y sin decirle nada en que percentil se encuentra, claro la madre entonces se pregunta si realmente le está dando bien de comer o no, si es realmente lo que le da es lo que necesita. Creo recordar que cuando lei el libro de Carlos Gonzalez “Mi niño no me come”, hablaba sobre el tema del peso de los niños, y venía a decir que no todos los niños comen igual, ni tienen el mismo apetito, así como los adultos tampoco comemos todos igual, e incluso no todos los días tenemos el mismo apetito, entonces ¿por qué tener que darle a los niños la misma cantidad de comidas, la misma cantidad de puré, de papillas, de leche, MEDIRLOS POR EL MISMO RASERO? Y ¿por qué los profesionales se dan el lujo de dar a veces opiniones que no van a cuento, sólo teniendo como base unas cantidades, en este caso peso y talla y viendo al niño sólo 5 minutos?, como me dijo el pedriatra “los primeros pediatras de nuestros hijos somos los padres” y sabemos como tenemos que obrar y actuar.

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